Una noche inolvidable

¡Qué noche! ¡qué baile! La mejor forma de rematar el todos contra todos, dando un golpe de autoridad ante el único clásico rival con el que no tenemos ventaja en el historial. Una goleada hermosa, para vengar aquella horrible noche de Palmaseca en 2015, para asegurar -con firmeza- ser cabeza de serie en Playoffs, para ser segundos en reclasificación aprovechando la eliminación del DIM y ya no depender de nadie en la lucha por ir a la Copa Libertadores. Una noche inolvidable.

El golpe de autoridad se dio desde el inicio. Apenas sonó el pitazo de Ospina, Millonarios quiso comerse vivo al Cali, atacándolo por la derecha, por la izquierda y por el centro. Riascos estrelló un remate en el palo. Era el aperitivo, en la segunda que tuvo no falló, facturó y anotó por primera vez en casi cuatro meses. Así se abrió la cuenta.

Hubo tiempo para los nervios, cuando el rival consiguió el empate en una de las dos llegadas que tuvo sobre el arco de Vikonis. Fue solo un momento de lapsus, porque Millonarios volvió a salir con hambre de triunfo, volvió a inclinar la cancha hacia el arco rival y era cuestión de tiempo hasta volver a tener la ventaja. Ayron definió con clase para poner el 2-1 antes del entretiempo.

La segunda parte ya fue toda azul. Apenas a los tres minutos, Del Valle puso el tercero de la noche, su tercer doblete con Millos, pero el primero sin hacer gol de pena màxima. La tromba azul continuó, el equipo azul siguió llegando con mucho riesgo y Mosquera puso el cuarto. Hasta ese momento, Millonarios acababa con 23 años sin hacerle cuatro goles al Deportivo Cali.

En la tribuna todo era alegría, canto del ole, cantos de que «hay que salir campeón». Esta vez, no hubo mal ambiente en las gradas, no hubo puteadas a directivos ni jugadores. Era una sola fiesta la que se vivía. Una comunión hermosa entre equipo e hinchada. Faltaba el moño, ese lo puso Christian Huérfano, con un golazo de picabarra que sentenció el 5-1 final. Muchos todavía no terminan de creerlo. Es verdad: Millonarios masacró al Cali, su rival más duro de la historia.

¡Que vengan las finales! que este equipo viene en ascenso, ha crecido como local y es muy duro como visitante. Que venga el rival que toque, porque tenemos cómo buscar la estrella 15. Creerse el cuento, de eso se trata. Este Millonarios llega a las finales con la confianza en alto, dando un muy buen golpe de autoridad. Tenemos equipo para pelearle a cualquiera de los otros siete clasificados. ¡Vamos por la 15!

Twitter: @elmechu

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