Cali Millonarios 2021

El día después: tranquilidad dominguera

Siga por aquí, le tenemos su espacio para que pueda informar”. Le pasó a Luis Gabriel Jiménez, viajero incansable y nuestro director. ¿Qué será sentirse más bienvenido como visitante, antes que local?

Llovía en Bogotá y en el estadio Deportivo Cali. La camiseta verde de los locales parecía negra y la blanca de Millonarios, de entrenamiento y cuello redondo, suplía la gris, en esas cosas extrañas que tiene el patrocinador de nuestra indumentaria. La gente azul se mezcló con los verdes expectantes, en esa caldera ardiente llamada tribuna occidental.

El corte de luz produjo no solo un shock eléctrico sino un sismo irremediable dentro del seno azucarero. Alfredo Arias, confundido durante 30 minutos antes del ingreso de Colorado, se cansó del mal trato y espetó que no es apreciado por la gente. “No voy a estar donde no me quieren”. Chau y adiós. Besos y abrazos para los presentes luego que los micrófonos se apagaron. Pero sus jugadores, tercos e insistentes, le dijeron “profe, quédese un partido más”. ¿Atenderá el llamado? Esa es la consecuencia de un mal resultado porque, para ellos, un empate como locales es infamia, irrespeto y amargura.

Millonarios se comportó como un dignísimo rival. Las sombras del anterior clásico perdido no fueron más oscuras para nuestra fortuna. En la interna seguramente se carean y los regaños privados tuvieron eco. Correcciones notorias. Rendimiento con frutos. Autogol, palo de Mojica y definición exquisita de Bertel en la pasividad defensiva azucarera. Fuimos menos en la cancha, pero florecimos en la adversidad. Nos defendimos con todo lo que teníamos y podíamos dar. No ahorramos ningún esfuerzo. Eso es competir.

Hay motivos para la tranquilidad dominguera. Por Liga, somos el equipo con más puntos del año, que más goles a favor tiene como visitante y escuadra con más partidos ganados en la Liga. El empate final parece insignificante, pero los indicadores globales son satisfactorios. No se amarguen, por favor: piensen que anoche vimos un gran partido de fútbol.

¿Bismark Santiago? La cara de Macalister Silva en cada una de sus decisiones, es suficiente para resaltar su soberbia, altivez y arrogancia.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco