Regresó la paternidad
Para el hincha de Millonarios, la noche del 11 de abril de 2021 pasará a la historia y se quedará en la memoria. Siempre sueñas con ganar un clásico sobre la hora, de hecho ya ha pasado antes, pero nunca te imaginas que tu equipo le marque dos goles al rival de toda la vida en tiempo de adición para pasar de perdedor a ganador en un instante. Eso fue lo que dejó el capÃtulo 302 del derbi de la capital, que de paso sirvió para cortar una racha de 1216 dÃas sin ganarle a Santa Fe y acabó con 31 partidos sin perder como local del conjunto cardenal. Ah, y de paso aseguramos la clasificación. Lo vivido en El CampÃn podrÃa cambiar para siempre el curso Embajador en esta travesÃa llamada Apertura 2021.
Minuto 89. Todo parecÃa perdido. Santa Fe ganaba el clásico gracias a un penal que el VAR le mostró a Alexander Ospina y Millonarios no mostraba argumentos para poder empatar más allá de las ganas que siempre deben estar instaladas y más en un clásico. El rojo no era justo ganador tampoco, habÃa sido un clásico de mucha paridad, y sobre todo, mucha fricción.
Llegó un centro desde la izquierda y allà el central sancionó pena máxima de Andrés Pérez sobre Jáder Valencia. Jalón sutil pero jalón al fin y al cabo. Nada para objetar. El tema es que los cobradores de penales en Millos, Uribe y Arango, ya no estaban en cancha. Hubo miedo por quien pudiera cobrar, y porque lo pudiera convertir. Ricardo Márquez se tomó confianza, tomó la pelota, y se la cruzó al palo derecho del portero. HabÃan pasado 2 minutos desde la falta y el cobro, ya era tiempo de adición.
«Un punto es mejor que nada», pensaba todo hincha alrededor del MundoMillos. Pero nadie contaba con que a Santa Fe el gol del empate lo habÃa dejado en shock y que Millonarios sacó fuerzas de todas partes para volcarse al área cardenal y terminar con la posesión e iniciativa en los cuatro minutos que quedaban.
Y asÃ, en la última jugada del partido, vino otro centro desde la izquierda. Macka cabeceó, la pelota golpeó el palo y en el rebote apareció Jáder para mandar la pelota al fondo de la red del arco norte. Ahà fue la explosión. Nos volvimos locos todos. Gamero terminó en el piso abrazado por todo el mundo, Juanito salió corriendo desde la 30 con 57 para abrazar a Jáder. Y en muchos hogares, los hinchas gritaron escandalosos ese segundo gol de la proeza y seguro a varios les habrán hasta amenazado con llamar a la policÃa. Descontrol total Embajador con ese gol sobre la hora que nos dio el triunfo.
Regresó la paternidad, se acabó el invicto cardenal, Millonarios pasó en seis minutos de pelear por la clasificación con angustia a asegurarse en los Playoffs y buscar ser cabeza de serie. Fueron seis minutos de magia pura, y de los 89 anteriores no vale la pena ni hablar. Con estos seis ya es demasiada felicidad.
Hijos nuestros morirán.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido.