¡Santa Karen bendita!
Es la clasificación más rara del mundo. Cali fue mejor que Millonarios en los dos partidos, Las Embajadoras sufrieron más de lo que jugaron. Pero allá, en ese arco azul tan nuestro, estaba ella, Karen Murillo, heroína, ángel, dueña, guardiana y máxima responsable de que Millos esté entre los cuatro mejores equipos de la Liga Femenina.
Al minuto y medio, Aroca centró y Morales remató para el 1-0 que empataba el global temprano. Sin la presión, Millonarios fue de más a menos, perdió el ímpetu de los minutos iniciales y poco a poco el Cali fue inclinando la cancha a su favor. Al principio, Linda Caicedo (gran jugadora) estaba siendo normalizada por Peraza y Camacho, pero cuando el visitante empezó (otra vez) a explotar las espaldas, Caicedo ya era el dolor de cabeza de todo Millos excepto de ella, de la 12, de Karen, con quien seguramente tendrá pesadillas la mejor jugadora del rival.
Karen hacía milagros en el arco azul y a los 39 Sara Páez aprovechó el único error de la zaga del Cali en todo el primer tiempo para recuperar en salida y servir a Tati Ariza con el pase de la muerte para el 2-0. Lamentablemente, cuando todavía celebrábamos, Caicedo aprovechó otro de esos pases a las espaldas para fusilar a la figura del juego, que no podía sacarlas todas, y descontar, en ese momento todavía era penales.
Comenzó el segundo tiempo, un monólogo del Cali a lo largo y a lo ancho. Nos llegaban por la derecha, por la izquierda y por el centro, siempre con pelotas largas, y siempre aparecía ella, con su traje número 12 antibalas y su capa invisible, para devolvernos el alma a todos los hinchas y para inundar de frustración a las jugadoras del Cali. Ella, supremamente hábil, se tiraba por arriba y por abajo, y conjuraba cada uno de los mano a mano que le llegaban.
Millos no hacía dos pases seguidos. Las Embajadoras no podían tener el balón más de 15 segundos porque lo perdían, y otra vez se venía la visita, que parecía local por el dominio del campo y la pelota. A Millonarios se le olvidó que existía el arco rival excepto en una ocasión, la única de todo el segundo tiempo, incursión de Lina Gómez por la derecha y penal. Pateó duro Aroca al centro y gol, 3-1.
Cali siguió bombardeando el área azul y Karen siguió con su súper traje aguantando todo, atajando todo y desactivando todas y cada una de las bombas verdiblancas. El reloj corría lento para el hincha, pero con cada minuto ella, nuestra santa Karen, se hacía más inmensa. Las jugadoras del Cali se sacaban a todas las azules que las marcaban, si se quiere con facilidad, pero cuando la enfrentaban a ella perdían el duelo, una, otra, otra, otra, otra, otra y otra vez, hasta que llegó el final. Clasificó el equipo que hizo más goles y no el que lo merecía. Clasificó el equipo que tenía en el arco a quien hoy se lo merece todo.
Millonarios está en la semifinal de la Liga Femenina y se verá las caras nuevamente con América, vigente campeón, en lo que puede ser una revancha de la semi 2019. Cali fue mejor, mucho mejor que Las Embajadoras, pero Cali no fue mejor que Karen, y gracias a ella, que solita fue más grande que todo el Deportivo Cali, Las Embajadoras ya están entre los cuatro mejores equipos del país.
¡Santa Karen Bendita!
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