El «milagro» nunca llegó
Imaginen cuántos hinchas de Millonarios no habían visto nunca al Embajador meter seis goles en un solo partido por Liga (al menos dos generaciones, porque habían pasado 26 años). En situaciones normales, el titular de este escrito debería ser algo así como «juego, set y partido», emulando al tenis por el marcador abultado.
Cuando entró el 4-1, Macka miró al banco y ni una sonrisa se le dibujó en el rostro. Para ese instante ya se sabía que, así ganáramos 300-1, nuestra historia ya estaba sentenciada, tendríamos que jugar los cuadrangulares de perdedores, esos que se inventó Dimayor para quedar bien con el canal que todos sabemos. La matemática ya no daba para más.
Es dificilísimo escribir sobre esta jornada de domingo. Hay una parte que quiere celebrar el hecho de meter seis goles (no pasaba por Liga desde el 94), también hay otra parte que tiene bronca porque al final los seis goles no sirven para nada distinto a una anécdota o una victoria moral; luego otra parte quiere sentir rabia hacia los equipos de Cali por regalarse en sus partidos frente a Equidad y Águilas…
Pero luego aparece la parte racional, esa que sabe que Millonarios no quedó eliminado por nada distinto a que regaló casi la mitad de los puntos jugados de local, y que eso incluye haber empatado con los dos equipos que nos superaron en la tabla (Equidad y Águilas). Es así de sencillo.
A la memoria regresa aquel cuadrangular del 97, en el que Millos goleó al Tuluá en la última fecha pero no fue suficiente para clasificar. Es una goleada rara, porque al final no sirvió para nada, pero es una goleada al fin y al cabo.
Millonarios se despertó tarde y pagó el precio. Tendrá que jugar una «liguilla» de consolación, pero si la gana, podría jugar Sudamericana el otro año. No queda de otra, los esfuerzos deberán estar todos enfocados en ganarla. Eso sí, sin dar ninguna vuelta olímpica. Ya son dos eliminaciones en dos torneos jugados. Las victorias morales jamás le podrán ganar a las matemáticas.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica de la goleada.