Matamos al león… y nos cagamos del susto

Faltaban 15 minutos para el final del clásico. El central acababa de ver que Andrés Pérez le metía un codazo a un rival y lo expulsó. Millonarios ganaba 1-0 con gol vía VAR con suspenso de Juan Carlos Pereira y el rival se quedaba sin uno de sus jugadores más experimentados. De repente, parecía que 1019 días sin ganar el clásico terminarían por fin. De repente…

Millonarios ganaba el clásico con justicia, con argumentos y con merecimiento, apelando a la que era la mejor estrategia de todas en ese momento: presionar a Santa Fe en su salida para desconectar sus líneas y evitar que se acercaran a predios del debutante Bonilla. Ese era el secreto del éxito azul en el clásico, y con el 1-0 y la ventaja numérica en cancha, era el mejor de los presagios. Cuando Andrés Pérez dejó la cancha, ni el más pesimista de los hinchas se imaginó que el derbi capitalino se nos iba a ir de las manos…

De repente, todo cambió. A Millonarios se le olvidó su libreto exitoso. El equipo azul permitió que Santa Fe, con un hombre menos, se le viniera encima. El Embajador se olvidó de seguir la estrategia que lo tenía ganador. Se llenó de miedo, se cagó del susto, murió de éxito. No supo mantener la ventaja, al menos no en el trámite del partido. Se quedó a esperar que el tiempo pasara rápido a ver si el 1-0 era suficiente y no aprovechó las ventajas que tenía.

Y ese rival nuestro de siempre, que estaba muerto en vida, aprovechó semejante ventaja dada por nosotros mismos para revivir y darnos un golpe letal al minuto 90. Un gol que nos quitó dos puntos que parecían fijos. Santa Fe empató de la nada un partido que Millonarios le dejó empatar, porque con el 1-0, en lugar de llenarse de aire en la camiseta, Millos se llenó de miedo.

Matamos al león con una definición de Pereira y una expulsión. Y luego nos cagamos del susto. La historia dirá que ya son 1019 días sin ganar el clásico y el presente dirá que ya está bueno de seguir viviendo del minuto 85 y el «En tu cara fui campeón». El clásico hay que ganarlo siempre, no jugarlo con miedo de no perder. La falta de jerarquía nos costó dos puntos, otros dos puntos más para seguir en el sótano de la tabla.

Fue lindo ser campeón en la cara de Santa Fe, pero yo no quiero quedarme a vivir del recuerdo de lo que pasó sin celebrar nuevamente, como les pasó a ellos con el 3-7. No olvidemos nunca que somos Millonarios, y que Millonarios tiene un hijo bobo que se llama Santa Fe. Aquí no se vive de un partido, aquí se debe revalidar la paternidad a diario.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido