Clásico de matar o morir
La frase del tÃtulo suena violenta, pero de violenta no tiene nada. Violenta ha sido la forma como Millonarios pasó de pelear por el primer lugar a luchar por ser octavo en medio de un verdadero octubre negro en el que todavÃa no ganamos y al que le queda todavÃa un partido: el clásico, que será el clásico de la vida o de la muerte.
Nadie, absolutamente nadie sobre la faz de la tierra se imaginó que Millonarios iba a entrar a las últimas dos fechas del todos contra todos afuera de zona de clasificación y sufriendo por entrar a los cuadrangulares.
Hace un mes y medio, Santa Fe sufrÃa por no descender y MedellÃn era la ctisis misma. Hoy esos dos equipos están por encima de nosotros en la tabla de posiciones y Millonarios, para la sorpresa hasta del más optimista, es décimo.
Afortunadamente Dios es muy grande y Millonarios todavÃa depende de Millonarios para clasificar. Pero para eso deberá romper dos anti-rachas fuertes, comenzando por ganarle a Santa Fe por primera vez desde 2017 y luego de ocho clásicos oficiales sin triunfos.
El clásico es decisivo. Santa Fe aventaja a Millonarios por dos puntos faltando dos partidos. Al equipo rojo, hoy por hoy, le sirve el empate. Quién lo creyera. Y de paso, como para ponerle más morbo al asunto, tanto azules como rojos saben que si Millonarios queda eliminado de los cuadrangulares perderá la posibilidad de jugar la Copa Libertadores 2020.
El equipo de Pinto, que hace rato se olvidó de patear al arco, deberá acabar con la racha de imbatibilidad que arrastran los cardenales, que llegan con viento en la camiseta. Si Millonarios quiere seguir vivo en el torneo y no tirar a la borda la campaña que ha realizado en todo el año deberá sobreponerse a las estadÃsticas y al presente para hacer lo que hace rato se le pide: ganarle a su rival de toda la vida.
De repente, la campaña de todo un año termina dependiendo de un solo partido y ese partido es el clásico. Un clásico para matar o morir.