Nos pasaron por encima

Minuto 5, centro desde la izquierda, Ortiz se desliza, toca la pelota y la manda al fondo de la red del arco norte del General Santander. Se escucha el grito de gol de la parcial azul. Empiezan los abrazos y el tico posa frente al lente de Mundo Millos para señalar el escudo como parte de su celebración patentada. Luego se lo dedica a los hinchas, que se siguen abrazando.

Todavía no termina de abrazarse la gente en la tribuna cuando, de repente, se escucha otro estruendo duro en las gradas. La mirada se pone en el otro arco, en donde los jugadores del Cúcuta ahora son los que celebran. En un abrir y cerrar de ojos -literal- Millos perdió la ventaja tempranera.

Después de esos minutos de adrenalina fue otro partido, en el que Cúcuta fue amo y señor de todo lo futbolístico y Millonarios se vio sometido, pasivo, pasmado, controlado, perdido. Asomó la lluvia y parecía que la íbamos a sacar barata para el entretiempo con el empate, y justo un minuto antes del final de la etapa inicial llegó el 1-2, uno de esos goles claves que llegan en el momento justo.

Con el marcador adverso, Millonarios salió a buscar el empate en el segundo tiempo, arriesgó y puso a Cúcuta contra su arco, pero la defensa azul era un castillo de naipes que se derrumbaba cada vez que el rival arrancaba de contra. Así llegó el 1-3 sobre el final que sentenció la contienda. Y si somos sinceros, el marcador pudo ser peor en esos minutos finales en los que nos salvamos de caer goleados.

Alguno tratará de buscar en el mal arbitraje (Ospina no pitó una pena máxima clarísima a favor de Millos) la excusa de la derrota, pero eso sería solo un consuelo. Nos pasaron por encima, nos hicieron ver muy mal en defensa y preocupa muchísimo el hecho de no poder tener un partido en el que el arco salga sin ser vulnerado.

Alianza y Nacional habían empatado antes del partido. Era la oportunidad perfecta para terminar como líderes únicos del Finalización y la dilapidamos.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.