¡11 años después!

Hay momentos en la vida en los que en el fútbol se debe aprovechar la condición anímica del rival por encima de lo deportivo. Eso fue lo que hizo que Millonarios pudiera romper con una antiracha de 11 larguísimos años sin victorias sobre el Medellín en el Atanasio Girardot. El Embajador no jugó un buen segundo tiempo, pero se trajo los tres puntos de la capital de la montaña.

Juan David Pérez metió un remate de media distancia que se coló por el ángulo superior izquierdo de David González, uno de los más abucheados por su afición. Ahí se terminó de salir de casillas la hinchada local, que llegó en un número menor al habitual al estadio con pancartas de protesta.

Desde ese momento (20 minutos del primer tiempo), los hinchas de Medellín se pusieron contra su propio equipo, que es el escenario que sueña cualquier equipo visitante en el Atanasio Girardot. «Jugadores, la puta de su madre», cantaba la Resistencia Norte, «no se lo decimos más, o sudan la camiseta o se van» sonaba durísimo en todo el estadio.

Millos ganaba y controlaba el partido, hasta que Pinto sacó a Ortiz por José Luis Moreno y cambió su módulo por el 5-4-1 con González Lasso como punta de lanza. Todavía quedaba mucho tiempo por jugar y el equipo azul le entregó una carta de invitación a su rival para venírsele encima. Y así fue.

Cuando más duro protestaba la hinchada del DIM, en una jugada de otro partido, una genialidad de Ricaurte dejó a Cano solo contra Wuilker y entonces pasó lo que pasa casi siempre que jugamos contra el Medellín, el goleador del «poderoso» nos hizo gol.

El partido estaba empatado y Medellín se nos vino con todo. La gente dejó de putear y empezó a animar. De repente pareció que lo que era una victoria fija había pasado a ser un empate sufrido, y es innegable decir que muchos hinchas firmaron el 1-1 porque parecía que se nos podía ir ese puntico de las manos.

En la última jugada del partido, Fabián González Lasso batalló, solo, un balón hasta definir a la salida de González para el 1-2 que silenció definitivamente al Atanasio. La barra local se quedó protestando a las afueras del estadio y el equipo local tuvo que ser evacuado del escenario por otra puerta ante las manifestaciones.

Así se gestó la primera victoria de Millos sobre el DIM en la capital de Antioquia de esta década, con un gol agónico para que la afición local terminara protestando, puteando a todo el mundo y obligando al club local a salir escoltado del estadio. Como hincha visitante, esa es la mejor de todas las satisfacciones en el Atanasio Girardot.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido